El nuevo Mazda CX-3 reúne toda una serie de prestaciones que nos permite plantearnos si realmente es un competidor del Mercedes-Benz GLA. La marca alemana siempre está en la parte más alta de lo premium y el capricho de muchos, pero analicemos si realmente merece la pena antes de aventurarnos por la opción.
Es de alabar el esfuerzo de Mazda por contentar a los clientes en su variedad de prestaciones a elegir. Mercedes es un clásico en ofrecer la opción entre manual/automático, tracción delantera/4x4 y ciertas cosas más que Mazda iguala para ponerse a la altura de los alemanes.
La mejora del ruido interno a altas revoluciones, no nos hace pensar que el Mazda sea un coche diésel en contraposición con el ruidoso motor del GLA. Menos peso, más agilidad, un paso mejor por curva y una adherencia sobresaliente en asfaltos más irregulares, elevan varios niveles a este nuevo CX-3.
No vamos a desvelar ninguna superioridad más del CX-3 sobre el GLA pero sí reseñar que el precio del japonés es bastante inferior al alemán. Esto, sumado a todo el equipamiento que os mostramos en el vídeo, nos hace plantearnos seriamente si el placer de unos pocos puede verse amenazado por la comodidad y accesibilidad de muchos.
Dimensiones: 4.275 mm; 1765 mm; 1535 mm
Motor: Diesel y 4 cilindros en línea
Cilindrada: 1.500 cm3
Potencia: 105 CV a 4.000 rpm
Par máximo: 270 Nm entre 1.600 y 2.500 rpm
Precio: 20.095 euros
Dimensiones: 4424 mm; 1804 mm; 1494 mm
Motor: Diesel y 4 cilindros en línea
Cilindrada: 2200 cm3.
Potencia: 136 CV entre 3200 y 4000 rpm
Par máximo: 300 Nm entre 1400 y 3000 r.p.m
Precio: 27.810 euros
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