Después de vender 40.000 ejemplares de la cuarta generación del M3 –E-92– BMW desvela la quinta generación de la versión de altas prestaciones del Serie 3, en esta ocasión acompañada de su alter ego de dos puertas, el M4 Coupé. Los nuevos M3 y M4 presentan como principal novedad el motor turbo alimentado de seis cilindros en línea que sustituye al V8 atmosférico empleado en la cuarta generación del M3. Según el fabricante, el nuevo motor turbo de seis cilindros combina las ventajas de un motor aspirado de altas revoluciones con las cualidades de la tecnología turbo.
El motor de seis cilindros en línea con tecnología M TwinPower Turbo y de altas revoluciones, completamente nuevo y desarrollado especialmente para la nueva berlina BMW M3 y para el nuevo BMW M4 Coupé, tiene una potencia máxima de 431 CV. Su par motor máximo, disponible durante un amplio margen de revoluciones, es de 550 Nm, lo que significa que supera el par máximo del E-92 en aproximadamente un 40%. El consumo y las emisiones son inferiores en aproximadamente 25%. Tanto la berlina BMW M3 como el BMW M4 Coupé consiguen acelerar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos (con la caja opcional M de siete marchas y doble embrague).
Respecto al anterior M3, los ingenieros de BMW han logrado aligerar el peso en 80 kilogramos, de forma que se ha conseguido aumentar las prestaciones a la vez que se reducen los consumos. El BMW M4 Coupé pesa 1.497 kilogramos en orden de marcha según norma DIN. Este adelgazamiento se ha conseguido empleando materiales ligeros, como polímeros reforzados con fibra de carbono, y aluminio en diversos componentes que son parte del chasis y de la carrocería. Por ejemplo, ambos modelos tienen un techo de fibra de carbono.
Una de los objetivos prioritarios durante el trabajo de desarrollo de la berlina BMW M3 y del BMW M4 Coupé ha sido conseguir que los dos modelos sean capaces de lograr buenos tiempos en circuito. Por lo tanto, ambos tienen un sistema de refrigeración configurado para el uso en tazados de competición, capaz de garantizar una temperatura óptima del motor, del turbo y de la caja de cambios.
Y para conseguir ese carácter deportivo no solo se ha echado mano de la tecnología, sino que también se ha llevado a cabo una importante labor de puesta a punto; para lo cual, los ingenieros de la marca bávara han contado con la experiencia y el trabajo de dos pilotos oficiales de la marca en el DTM: los germanos Bruno Spengler y Timo Glock, que participaron junto con otros pilotos, en las numerosas pruebas que se realizaron en la variante norte del clásico circuito Nürburgring.
