Un producto americano en un salón americano. La ecuación es clara y el resultado, espectacular. Así es como Jeep ha presentado en el Salón de Los Ángeles a uno de los padres del concepto todoterreno: el Wrangler. Una leyenda con 74 años de historia a sus espaldas que ahora se actualiza para seguir sumando adeptos a la causa.
Estamos ante un vehículo mejor y más grande que mantiene el característico chasis de largueros y travesaños, así como con las dos carrocerías disponibles: tres y cinco puertas. Variantes que, como decimos, son ligeramente más grandes pues ahora alcanzan los 4,29 y 4,89 metros, respectivamente. Sin embargo, la renovación ha afectado a diferentes componentes del modelo como las suspensiones, la dirección (ahora electrohidráulica) o la estructura, que emplea gran cantidad de aluminio para rebajar el peso final en 90 kilos nada menos.
En lo que a diseño se refiere, se mantiene la esencia del modelo (con la parrilla de siete lamas verticales o los faros redondeados) pero adaptándola a los tiempos actuales. Y es que los nuevos Wrangler incorporan en el exterior la tecnología LED para algunos de sus faros, como los de conducción diurna, que crean un halo alrededor de las principales.
De puertas para adentro es donde más novedades se perciben. Comenzando por la nueva pantalla táctil central que puede ser hasta de 8,4 pulgadas (la que aparece en las imágenes) y que incorpora la última actualización del sistema multimedia UConnect. Igualmente, el cuadro de instrumentos puede montar una pantalla de 3,5 pulgadas u otra a color de 7 pulgadas con un mayor número de informaciones. También se han rediseñado los mandos centrales, así como el volante y los comandos off road.
Sin cambios mecánicos
Bajo el capó no se esperan cambios… de momento, pues se mantendrá el propulsor de gasolina 3.6 V6 Pentastar, con 285 CV el cual se podrá combinar bien con un cambio manual de 6 velocidades o con una nueva caja automática de 8 relaciones. Ahora bien, con el paso de los meses, es probable que aparezca el nuevo bloque de gasolina 2.0 Turbo de cuatro cilindros y 268 CV, así como el conocido diésel 3.0 de 260 CV.
Como es obvio, todos irán asociados a la tracción integral, ya que el Wrangler no sería lo mismo sin sus capacidades off road. Cualidades que esta actualización ha mejorado pues presenta unos ángulos de ataque, salida y ventral más amplios: 44, 37 y 27,8 grados, respectivamente, mientras que la altura libre al suelo aumenta hasta los 27,4 cm y la profundidad de vadeo hasta los 76,2 cm.
Tampoco se ha dejado de lado a la reductora, que ofrece una relación de 2,72:1 y un diferencial trasero con relación 3,45:1. Además, en las versiones Rubicon, la reductora se reduce la desmultiplicación a 4,0:1, mientras que el diferencial hace lo propio a los 4,1:1.
De momento, el primer mercado donde se pondrá a la venta será, obviamente, el Norteamericano, para de ahí, ir aterrizando en el resto de países.
