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Primer contacto: KIA Rio – Correcalles

Nos desplazamos hasta Lisboa para conocer a la cuarta generación del KIA Rio. Un vehículo que sorprende por su renovado diseño, amplitud, equipamiento y excelente comportamiento. Llegará al mercado a principios de abril y estamos seguros de que dará de qué hablar.

Pertenecer al segmento que más vehículos vende de toda Europa, el B, supone un reto para cualquier marca. Sin embargo, muchos de los fabricantes actuales parecen haber perdido ese puntito de distinción en detrimento de un mayor confort de marcha y de una mejor habitabilidad. Del mismo modo, otros han preferido arriesgar ofreciendo productos extravagantes, que llaman mucho la atención pero que resulta poco prácticos. Y luego están los que se sitúan justo en mitad de ambos, con vehículos que saben medir a la perfección las dosis de originalidad y de funcionalidad.

Justo aquí es donde se encuentra el protagonista de este contacto: el KIA Rio. En efecto, la cuarta generación del utilitario coreano se renueva por completo con el objetivo de seguir sumando adeptos a “su causa”. Circunstancia que, a buen seguro, logrará, pues estamos hablando del segundo modelo más vendido de la marca a nivel global y el tercero en el Viejo Continente.

Diseño made in KIA

Como decíamos al principio, la competencia en dicho segmento es voraz y en este último año y medio los principales actores se han ido renovando. Ford, Renault y SEAT ya han presentado sus nuevos Fiesta, Clio e Ibiza –este último hace escasos tres días-, respectivamente, y durante los meses venideros llegarán el Volkswagen Polo o el Toyota Yaris. Por eso, KIA ha sabido escoger con acierto el momento de la renovación de su Rio.

Una mejora tangible que se aprecia nada más ponemos la vista en él. Durante nuestro encuentro en Lisboa, las impresiones estéticas no pueden ser más positivas. Desde el frontal, con el característico “TigerNose” de la marca y los nuevos faros diurnos de tipo LED, hasta una zaga más achatada, el Rio ofrece un aspecto ciertamente deportivo. Todo ello envuelto en una carrocería que aumenta ligeramente sus dimensiones. En concreto mide 4,06 metros de largo, 1,72 de ancho y 1,45 de alto, o lo que es lo mismo, crece 15 y 5 milímetros a lo largo y ancho, reduciendo su altura en 5 milímetros.

El conjunto externo se completa con una aerodinámica mejorada, rebaja su Cx a 0,31, y con detalles de marcado estilo Premium, como las llantas de aleación de hasta 17 pulgadas, o la comentada tecnología LED que está presente en los faros traseros.

Más ergonomía

Un empaque exterior que se complementa con un habitáculo mucho más moderno. A estas alturas, ya no es novedad comentar el salto de calidad que han experimentado los productos de KIA. Buena prueba de ello son el Ceed, Niro, Sportage u Óptima. Lista a la que ahora se añade el Rio. Materiales de tacto más agradable se entremezclan con unos ajustes muy notables y con elementos visuales como la nueva pantalla táctil de 7 pulgadas de tipo flotante que preside la consola central. En ella, además del navegador o la cámara de visión trasera, se incluye el nuevo sistema multimedia KIA Connect que permite una sincronización total con Apple CarPlay y Android Auto. Dicha pantalla se ofertará de serie a partir del acabado intermedio, Drive, al igual que la toma USB, mientras que el nivel más básico montará una de 5 pulgadas.

En líneas generales, el interior del Rio invita a pasar tiempo en él, ya que a todo lo anterior se añade una de las mejores habitabilidades del segmento. Que el espacio es una de las máximas de KIA, tampoco es novedad, pues, entre otros, esta nueva generación ofrece un maletero de 325 litros, 37 más que antes, colocándole en los puestos de cabeza de su categoría. Una ganancia a la que han contribuido los 10 milímetros adicionales de distancia entre ejes, dimensión que se deja notar en un mayor espacio para los ocupantes. En este sentido, probé a sentarme detrás y lo cierto es que, con mis 1,79 metros, el hueco reinante tanto para las piernas como para la cabeza es más que suficiente. Eso sí, en caso de querer meter dos adultos más, la anchura estará ligeramente comprometida, pero este es un mal endémico que afecta a casi todos los vehículos de esta categoría.

Amplia oferta

En el apartado mecánico, nada más aterrizar en el mercado, circunstancia prevista para principios de abril, el Rio estará disponible con cuatro propulsores, dos de gasolina y dos diésel. En la primera dupla, el escalón de acceso lo forma el atmosférico 1.2 CVVT, de cuatro cilindros, con 84 CV, aunque la previsión es que el grueso de ventas vaya a parar al nuevo 1.0 T-GDi de 100 CV, cuyo bloque tricilíndrico turboalimentado desarrolla 100 CV y homologa 4,3 l/100 km. Un propulsor de contrastado éxito que se estrenó en el Ceed y que ofrece un funcionamiento excepcional. En ambos casos, la caja de cambios asociada es una manual de cinco relaciones.

En el apartado diésel, el motor 1.4 CRDi de cuatro cilindros se desdoblará dando dos niveles de potencia: 77 y 90 CV. En combinación con una transmisión manual de seis marchas, homologan un consumo de 3,5 y 3,7 l/100 km. A finales de año, se espera la llegada de la versión de 120 CV del 1.0 T-GDi –también heredado del Ceed- y que además podría traer consigo una caja de cambios automática de siete relaciones.

Equilibrio perfecto

En el apartado dinámico, KIA afirma haber realizado mejoras en el chasis, suspensión y dirección para ofrecer una conducción confortable a la par que deportiva. Durante la toma de contacto, la marca nos propuso realizar una serie de pruebas para comprobar estas mejoras, tales como una esquiva en mojado, un slalom o un circuito de maniobrabilidad. En ellas, las sensaciones percibidas durante el recorrido por carretera se acrecentaron, mostrándonos un vehículo sorprendentemente directo, con una dirección perfectamente calibrada y una suspensión que sujeta en todo momento la carrocería. Cualidades a las que suma una buena maniobrabilidad, con 2,6 vueltas de volante entre topes, lo que se traduce en todo un vehículo ratonero.

De los cuatro motores disponibles desde el inicio, pude probar los dos de gasolina y el diésel más potente. Pese a que los tres responden de forma digna, merece la pena destacar la labor del 1.0 T-GDi. Empuja como un diésel –el par máximo entra a 1.500 vueltas- y suena como un gasolina… o menos incluso. El único pero que le vemos es la transmisión, pues a nuestro parecer la de seis relaciones le hubiera venido mucho mejor. Por su parte, el 1.4 CRDi se mantiene como la opción más ahorradora aunque, visto lo visto con las restricciones de tráfico en las ciudades, entendemos que su cuota irá cayendo ligeramente. Y en cuanto al atmosférico, pues como siempre suele ocurrir en estos casos, es un motor trabajador que tiene ese punto de divertimento al tener que subir la aguja hasta las 4.000 vueltas, pero que se queda corto si decidimos sacarle fuera del núcleo urbano.

Del mismo modo, cabe mencionar que esta cuarta generación ha aumentado considerablemente su dotación de seguridad, pues puede equipar ayudas como el asistente de frenada de emergencia en ciudad, la alerta por cambio involuntario de carril o el control de velocidad.

Tres para elegir

Con todo, la gama estará compuesta, como hemos dicho, por tres acabados: Concept, Drive y Tech. Desde el más básico, el Rio ofrecerá ESP, asistente de arranque en pendientes, sistema de control de la presión de los neumáticos, conexión auxiliar y USB, Bluetooth, aire acondicionado, elevalunas eléctricos delanteros o sensores de luces. Los precios en este acabado parten de los 14.600 € para el gasolina y de los 16.975 € para el diésel.

El siguiente escalón, el Drive, añade, entre otros, llantas de aleación de 15”, luces diurnas LED, faros antiniebla delanteros, pantalla de 7 pulgadas, el control de velocidad, volante y palanca revestidos en cuero, climatizador, sensores de lluvia y de aparcamiento traseros. Aquí, los pecios parten de los 16.500 € y 18.300 €, respectivamente. En ambos, se oferta opcionalmente el paquete de asistentes de seguridad antes mencionado costando 800 € en los Concept y 600 € en los Drive.

Por último, el acabado más alto, el Tech, no da lugar a las opciones, sumando además las llantas  de 17 pulgadas, los faros traseros LED y todos los asientes de seguridad. Aquí, los precios arrancan en los 17.600 €, en gasolina, y de los 19.900 € en el diésel de 90 CV –el de 77 no está disponible-. En cualquier caso, todas estas tarifas cuentan con un descuento comercial de 3.691 €.

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