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Primer contacto: Mitsubishi Outlander PHEV 2019 – Impossible is nothing

Cogemos prestado uno de los eslóganes comerciales más conocidos para definir la actualización que ha sufrido el todocamino híbrido más vendido del mundo.

Las mejoras introducidas en el Mitsubishi Outlander PHEV consiguen que el modelo nipón se afiance como el auténtico rey de reyes de la tecnología híbrida enchufable. En 2012 Mitsubishi sorprendió a medio mundo arriesgándose a juntar dos conceptos que, aunque a priori pueden parecer antagonistas en realidad se complementan a la perfección. Nos referimos a los SUV híbridos enchufables. Una categoría que inauguró en tal año la marca de los tres diamantes con el primer Outlander PHEV.

Todo un pionero que, desde entonces, no ha hecho más que sumar adeptos. Sus datos así lo reflejan y en poco más de seis años el SUV nipón lleva vendidas más de 150.000 unidades en todo el mundo, de las cuales 100.000 han ido a parar al Viejo Continente. En España, su éxito es igual de rotundo, ya que desde su llegada en 2014, el Outlander PHEV ha conquistado el corazón de 1.000 conductores, convirtiéndose en el híbrido enchufable más vendido de nuestro país.

Un número que probablemente se incremente, primero, por la situación actual que rodea a las ciudades y, segundo, porque Mitusbishi acaba de actualizarle en profundidad.

Parece otro

Una renovación que va más allá de un simple lavado de cara, en el que entraremos más adelante. Porque lo más llamativo de este Outlander PHEV Model Year 19 no se ve, se siente. Y es que Mitsubishi ha cambiado por completo toda su cadena cinemática, mejorando la eficiencia, al tiempo que aumentan el confort y las prestaciones.

Por un lado, se ha sustituido el anterior propulsor 2.0 de ciclo Otto por uno nuevo y más grande y eficiente, el 2.4 litros de ciclo Atkinson. Como es obvio, el rendimiento también ha mejorado ya que pasa de 121 a 135 CV y de 190 a 211 Nm de par. Por su parte, todo el entramado eléctrico evoluciona en el mismo sentido. El motor trasero incrementa su potencia hasta los 95 CV (antes 82), mientras que la capacidad de la batería ha pasado de 12 a 13,8 kWh. En total, cuando ambos trabajan conjuntamente, el Outlander PHEV eroga 230 CV, es decir, 27 más que antes.

Cifras que se completan con unos datos de consumo y emisiones similares a los del anterior. Circunstancia que podría no parecer representativa en un primer momento, pero que gana en importancia cuando descubrimos que los 54 km de autonomía eléctrica, los 1,8 l/100 km de gasto medio (0,1 más) o los 40 g/km de CO2 (uno menos) los ha homologado siguiendo el nuevo ciclo WLTP.

Silencio, se rueda

¿El resultado? Un vehículo que, siendo casi el mismo resulta ser completamente nuevo. Solo basta rodar durante unos pocos kilómetros para darse cuenta de ello. Durante la presentación, Mitsubishi nos preparó una ruta por las calles más céntricas de la ciudad de Madrid, donde el Outlander PHEV se movió como pez en el agua. Aunque estamos acostumbrados, aún nos dibuja un gesto de sorpresa el hecho de que un vehículo de 4,7 metros consiga registrar cero litros de gasto medio.

Para ello, solo hay que activar el modo EV y dejarnos llevar por el silencio más absoluto. El motor eléctrico de 95 CV empuja con solvencia 1.955 kilos de Outlander PHEV (es 20 kg más pesado que antes, por cierto) permitiéndonos rodar por las recientemente estrenadas zonas APR (área de prioridad residencial), que limitan la circulación de todos aquellos vehículos que no sean residentes o cumplan algunos de los requisitos impuestos por el Ayuntamiento de Madrid.

En nuestro caso, al portar la etiqueta Cero de la DGT, avanzamos sin problema alguno por las estrechas avenidas del distrito central de la capital. Únicamente encontramos dificultades a la hora de encontrar aparcamiento, pero con un poco de paciencia somos capaces de colocar al Otulander PHEV en una plaza situada a escasos metros de la Gran Vía… y lo que es mejor ¡sin pagar! Gracias a la comentada etiqueta, el SUV híbrido enchufable nipón queda exento de pagar el ticket de la ORA. Otra ventaja más.

Acabamos los recados urbanos y nos volvemos a subir al confortable habitáculo (del que luego hablaremos). El modo EV se mantiene activado, alimentando el motor eléctrico de la energía almacenada en la batería de ión-litio. Realizando una conducción tranquila, con el programa Eco también conectado y jugueteando con las levas situadas tras el volante (con las que varía el tipo de retención), conseguimos no solo igualar, sino incluso superar la autonomía eléctrica anunciada.

Confort máximo

Con la ciudad ya casi a nuestras espaldas, el siguiente paso lógico es dejar de emplear el programa EV y bien dejar que el Outlander PHEV gestione de manera automática el funcionamiento de ambos motores o conectar el modo SAVE, con el que el porcentaje de batería que tengamos en ese momento se reservará de cara a emplear de nuevo el motor eléctrico cuando entremos en ciudad.

Pero antes de eso, nos damos un capricho y activamos el modo Sport con el que el SUV nipón saca a relucir todo su potencial. Es en este momento, mientras nuestro pie derecho está hundido en el pedal, cuando notamos lo mucho que ha cambiado el Outlander PHEV MY19. Frente a su predecesor, se percibe un conjunto mucho más silencioso y confortable que antes. La acústica se ha mejorado considerablemente gracias a los nuevos materiales del habitáculo y a la insonorización de la toma de aire o el escape.

Rondando a velocidad constante por autovía, se percibe como un coche más aplomado gracias a esta reducción de la frecuencia sonora. Por su parte, la caja de cambios es incluso más suave, mientras que el empuje resulta más contundente y progresivo. En líneas generales, el Outlander PHEV es mucho más coche que antes. Con todo y aunque no sea lo idóneo, decir que el motor eléctrico ahora es capaz de moverle a velocidades hasta de 135 km/h, 15 km/h más que antes, reduciendo significativamente la autonomía si decidimos optar por ello.

Una vez agotemos la carga, podemos optar por dos vías: accionar el programa Charge y obligar al motor de gasolina a trabajar el doble, impulsando el conjunto y cargando la batería, o conectar el Outlander PHEV a una toma de corriente convencional. Si optamos por la segunda, en poco menos de 3 horas y media habremos llegado al 100% de la misma, pudiendo recorrer otros 54 kilómetros sin consumir ni emitir.

Calidad premium

Mientras proseguimos nuestro camino por el BUS VAO (otra de las ventajas de este Outlander PHEV) tenemos tiempo para darnos cuenta de las mejoras introducidas en su habitáculo. Son pocas pero acertadas. La mayoría se centran en mejorar la presencia y calidad de un conjunto que ya era notable.

Lo más destacado lo encontramos en el túnel central, donde Mitsubishi ha ordenado de una manera más lógica los comandos relacionados con la tracción y los programas de conducción, todo ello realizado una vez se ha escuchado la opinión de los clientes europeos más exigentes. Inéditos son también los asientos, que han aumentado su mullido y confort incluyendo una espuma más ancha que abraza mejor el contorno de sus ocupantes.

La conectividad también ha sido otro de los temas revisados y ahora el Outlander PHEV es totalmente compatible con Apple CarPlay y Android Auto. De hecho, esta será la única manera de tener navegador en el vehículo, pues el SUV japonés no lo ofrece ni en opción.

Si echamos un vistazo por fuera, vemos que el Outlander PHEV también ha recibido ligeras pinceladas estéticas. Paragolpes más angulosos, una parrilla nueva en consonancia con el resto de productos de la marca, luces antiniebla con marcho o la tecnología bi-LED para los grupos ópticos principales definen el morro.

En la zaga, lo más destacado es la integración de un alerón trasero que le da un toque más deportivo o una nueva moldura inferior; mientras que el conjunto externo se completa con unas nuevas llantas de aleación de 18 pulgadas multirradio tras los que se esconden unos discos de freno más grandes, de 320 mm para ser más exactos (antes de 294 mm)

Ya puede ser tuyo

Por último, pero no por ello menos importante, el Outlander PHEV MY19 que ya se encuentra a la venta en España añade otro acabado más a la gama: el Motion. De esta forma, los usuarios pueden llevarse el SUV híbrido enchufable de manera mucho más asequible, ya que incluyendo descuentos y la financiación el precio de partida arranca en 33.295 €, frente a los 38.120 € del Kaiteki.

Todo ello sin escatimar en un equipamiento que es de lo más completo, con freno de mano eléctrico, llantas de 18 pulgadas, acceso y arranque sin llave, climatizador bizona o el completo paquete de asistentes a la conducción.  En definitiva, Mitsubishi ha conseguido mejora lo que parecía inmejorable.  

¿Preparado para lo siguiente?

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