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Primer contacto: Toyota Verso 2.0 D4-D – MC Verso

¿MC Verso? Tras esta denominación podría esconderse un grupo de rock duro o quizá un compositor de música narcisista, aunque nada más lejos de la realidad. MC es sinónimo de restyling, algo que en Toyota denominan internamente «Minor Changes» y que en castellano significa «pequeños retoques».

Sin embargo, en el caso del Toyota Verso de tres años de antigüedad esos pequeños retoques causan un profundo efecto permitiendo a este monovolumen del segmento C ofrecer una mejor imagen y, lo que es más importante, una mejor sensación de conducción. En total Toyota ha renovado 470 piezas del Verso, el 60% de ellas al parecer visibles, algo que ayuda a mejorar considerablemente la estética exterior del conjunto. Al menos la vista frontal de este cinco puertas revela una renovación radical que en un primer momento nos hace presumir una nueva generación. Más ancho, más robusto, de líneas más elegantes y casi futurista es como se presenta el Verso con su nuevo semblante.

Los grupos ópticos más estrechos que encuentran su unión en la parrilla gracias a una barra cromada horizontal ofrecen una imagen más tecnológica y de raza. Además, su mirada, junto con las luces de conducción diurna tipo LED integradas, nos recuerdan en gran medida a la reciente reedición del compacto Auris. Los espejos exteriores también cuentan ahora con intermitentes de tecnología LED para otorgar un toque moderno a su diseño aerodinámicamente mejorado.  

Más cromado

Y esto no solo resulta más vistoso y elegante, sino que la carrocería más aerodinámica del nuevo Verso ofrece además claras ventajas en lo que respecta al ruido de marcha, el consumo y la estabilidad. Más allá del montante A el nuevo Verso se corresponde más o menos con el antiguo modelo, tan solo algún que otro retoque en la zaga, como puede ser el listón cromado sobre la tapa del maletero, consiguen una discreta revalorización.

Ya en el interior observamos que aquí la revalorización alcanza unos niveles mucho más elevados, ya que con algunos elegantes listones decorativos cromados, plásticos mate en la consola central o una superficie blanda agradable al tacto en el salpicadero la atmósfera dentro del nuevo Verso resulta claramente más agradable que en su predecesor. En él uno se siente más cómodo también gracias a unas juntas de goma revisadas y a una insonorización mejorada hacia la pared de separación delantera, lo que proporciona un mejor confort acústico.

En cualquier caso, dentro del nuevo Verso uno tiene la sensación de estar sentado en un automóvil de mayor calidad en comparación con su predecesor. Sin embargo, a pesar de los «minor changes» aplicados seguimos encontrando pequeños defectos de acabado y superficies de plástico que no son realmente dignos de un automóvil de más de 20.000 euros. Es cierto que se trata de pequeños detalles, pero creemos que la revisión podía haber llegado hasta este tipo de cosas.

Un consumo claramente inferior

En Toyota tampoco han sido consecuentes a la hora de actualizar la oferta de motorizaciones, ya que el 2.0 D4-D que ha sido mejorado en muchos puntos sigue sin poder equiparse con un sistema automático de parada y arranque. En cambio, el motor diésel de dos litros tan apreciado por los clientes del Verso sí ha ganado enormemente. Unas las medias aplicadas los ingenieros han logrado aumentar la suavidad de marcha, mientras que el consumo ha caído notablemente. Con una potencia mantenida de 124 CV y un par motor de 310 Nm, este cuatro cilindros registra ahora un consumo homologado de tan solo 4,9 litros a los 100 km –una reducción de nada más y nada menos que 0,7 litros. En el caso del VW Touran 2.0 TDI con Bluemotion Technology el consumo homologado es de 4,8 litros.

En marcha el Verso logra sorprender positivamente puesto que ya desde el principio se hacen notar las medidas aplicadas en el apartado de la insonorización, lo que convierte al monovolumen de Toyota en un automóvil mucho más agradable de conducir a pesar de contar con un motor diésel ya de por sí bastante áspero. Cuando más notamos la presencia del propulsor es al demandar su máxima potencia, algo que llega al conductor de forma espontánea gracias a que su par motor máximo está disponible entre las 1.600 y las 2.400 vueltas. Por lo tanto, aunque nos encontremos rodando de forma relajada a bajas revoluciones en un momento determinado también podremos experimentar una sólida progresión si es lo que necesitamos. En el mejor de los casos el Verso acelera de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos y su velocidad máxima alcanza los 185 km/h. En comparación, un VW Touran 2.0 TDI acelera en 9,9 segundos y alcanza como mucho los 203 km/h.

Mejor estabilidad en carretera

Otro punto fuerte de la optimización del Verso ha sido el tren de rodaje, el cual presenta ahora una configuración mucho más dinámica. El monovolumen de Toyota transmite una sensación de dureza y precisión que si bien no le convierte en el rey de la dinámica sí le permite mostrarse mucho más suave –en comparación con su predecesor– a la hora de trazar de curvas a velocidad elevada y rodar sobre el asfalto con una mayor precisión gracias a una suspensión y a una configuración de la dirección mejoradas. Y, sin embargo, el tren de rodaje sigue exhibiendo un lado cómodo y apto para el día a día que tan solo en contadas ocasiones resulta demasiado duro para un monovolumen.

Sin embargo, en un punto claramente decisivo para el cliente el Verso sigue siendo el mismo: éste continúa siendo un modelo compacto sumamente variable y espacioso equipado de serie con cinco plazas y que de forma opcional también se puede encargar con siete. No obstante, con todas las plazas ocupadas los pasajeros de la tercera fila dispondrán de una libertad de movimiento bastante escasa que tan solo resulta apta para niños pequeños. De forma alternativa, y gracias a la ausencia de un túnel de transmisión, todos los asientos se pueden abatir configurando así un espacio de carga absolutamente plano con una capacidad máxima de aproximadamente 1.700 litros. Entre un extremo y otro, es decir entre la máxima capacidad de almacenamiento y las siete plazas existen todavía 30 configuraciones posibles.

En total cinco mecánicas

La oferta de motorizaciones es también relativamente amplia y está compuesta, como hasta ahora, por dos gasolinas de 132 y 147 CV y dos motores diésel de 150 y 177 CV. Si bien todos los propulsores se combinan con un cambio manual de seis velocidades, tan solo el tope de gama gasolina se puede asociar de forma alternativa a un cambio CVT continuo que cambia las distintas relaciones de transmisión de forma automática.

Como siempre Toyota ofrece tres versiones de equipamiento diferentes: una línea básica carente de nombre y que exceptuando su amplio equipamiento de seguridad resulta bastante espartana; la versión más popular y relativamente lujosa «Life» y el equipamiento superior «Executive» que puede presumir de contar con innumerables opciones orientadas al confort. Por lo tanto, el cliente del Verso no sufrirá mucho a la hora de elegir equipamiento y para todo lo demás dispondrá de varios paquetes de opciones relativamente bien confeccionados. Algunas de las novedades que incorpora son un gran techo panorámico de cristal, así como el navegador multimedia Touch&Go, que además de la función de navegación también proporciona conexión a Internet y con teléfonos inteligentes.

El Verso con la mecánica de gasolina básica llegará al mercado en la primavera de 2013 por un precio que rondará los 21.000 euros. De esta forma, el precio básico se situará aproximadamente 1.000 euros por debajo de la variante básica del VW Touran.

Conclusión

Un total de 470 piezas ha sustituido Toyota en la tercera generación del Verso tras algo más de tres años en el mercado, optimizando así en varios puntos su monovolumen compacto estrella. Lo que más llama la atención son las mejoras logradas en la parte frontal y en el puesto de conducción, gracias a las cuales el Verso ha recibido un gran empujón en términos de atractivo estético.

Sin embargo, donde más ha ganado el Verso es en el plano acústico, de forma que incluso los más sensibles podrán ahora viajar tranquilamente con el diésel básico 2.0 D4-D. Al mismo tiempo el motor produce menos vibraciones al girar y a pesar de no contar con un sistema automático de parada y arranque en comparación con la versión anterior del Verso es capaz de ahorrar 0,7 litros de combustible a los 100 kilómetros.

Finalmente, el nuevo Verso se ha beneficiado de pequeñas mejoras en el tren de rodaje que le permiten ofrecer una respuesta claramente más directa y transmitir un comportamiento en curva más agradable, manteniendo en todo momento un buen confort de marcha.

En última instancia el Verso se mantiene fiel a su esencia y con su variabilidad y generosa oferta de espacio seguirá entusiasmando al mismo círculo de clientes compuesto sobre todo por familias.

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