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Prueba: BMW 550i – Rozando la perfección

Llegados a este punto, cuando la serie 5 de BMW está a punto de decir adiós para dar la bienvenida a la nueva generación, es momento de pararse a pensar. ¿Era necesario realmente este coche?. Nuestra opinión es por supuesto que sí.

Primero porque es fundamentalmente un coche “barato” de producir (la plataforma no es diferente y el motor procede de la serie 7); segundo porque las prestaciones son todavía mejores que las del 540i (que ya es decir), y tercero porque el número que adorna la tapa del maletero es sencillamente perfecto. Además, es la alternativa perfecta para los que buscan la comodidad de la serie 7 sin renunciar a la deportividad o para los que no se atreven a dar el salto al M5. Su precio es tan desorbitado como su comportamiento, pero sabe hacer cualquier cosa que le pidas… Si alguien nos dice alguna vez que el coche perfecto existe, nosotros no nos lo creeremos. Pero esto, a decir verdad, se le acerca mucho. ¿Espacio? Lo tiene. ¿Maletero? También. ¿Motor? Más todavía. Hay pocas cosas criticables en un coche como este porque se le puede pedir casi cualquier cosa. Su precio, extras aparte, es de más de 80.000 euros…

Pocos cambios, pero efectivos

El “restyling” que sufrió la Serie 5 hace ya un par de años sirvió para dejar una apariencia aún más sólida en un modelo que no destaca por su expresividad, pero que goza de una línea elegante que “sirve para muchos públicos”. Los LEDs luminosos para los intermitentes, el corte diferente de la tapa del maletero, así como la nueva parrilla y el paragolpes no cambiaron mucho su gesto, pero de alguna forma era algo poco arriesgado y gustó a todo el mundo.

Otra cosa fue la cantidad de equipamiento que adquirió, ya que por el elevado compromiso tecnológico dejaba un coche muy avanzado, pero caro como él solo. Así, entró en la lista de opciones el sistema de visión nocturna, el iDrive mejorado con ocho botones de acceso o la alerta por cambio involuntario de carril. Ya por entonces, la serie 5 de BMW seguía circulando varios metros por delante de sus rivales gracias a sistemas tan exquisitos como el Head Up Display o el cambio automático de luces de cruce a largas, aunque no todos se incluyeran de serie. Esta última opción, por ejemplo, ya viene incluida en el 550i, mientras que la información reflejada en el parabrisas o el sistema de visión nocturna cuestan unos 1.600 y 2.500 euros respectivamente.

Motor

Estamos ante el clásico motor desorbitado, no porque sea brusco o incontrolable (que no lo es), sino por la capacidad que tiene de dar prestaciones deportivas a una berlina de lujo de más de 1.700 kilos. Además, puede ser cómodo y ofrecer una conducción relativamente tranquila tanto en carretera como en ciudad. Se trata de un V8 de 367 cv que funciona en casi todo el margen de revoluciones de igual forma con una respuesta inmediata. No es necesario llevarlo a un régimen medio para no perder la inmediatez en la entrega de potencia porque incluso en el momento de mínimas revoluciones (cuando el cambio automático acaba de pasar a una marcha superior) la respuesta del pedal es inmediata.

Mirando las cifras, no es sólo la aceleración desde parado lo que puede enamorar a su conductor (5,3 segundos), sino la cifra de par motor que maneja (490 Nm a la mitad del cuentavueltas). En este caso, el número se corresponde con la sensación en el respaldo del asiento. Pero más que la aceleración desde parado son las recuperaciones lo que es su fuerte, siendo de esos coches que circules a la velocidad a la que circules siempre te dejan garantizada una nueva aceleración empleando muy pocos segundos.

Datos técnicos
Marca y modelo BMW Serie 5
Versión 550i
Especificaciones
Longitud/anchura/altura (mm) 4841 / 1846 / 1468
Distancia entre ejes  (mm) 2.888
Diámetro de giro (m)
Peso (kg) 1735
Volumen del maletero (l) 520
Neumáticos 225/50 R17 94 W
Motor
Cilindrada (cc) 4.799 / 8 en V
Potencia (cv) 367
Par máximo (Nm/rpm) 490 / 3400
Tracción Trasera
Transmisión Automática, 6 velocidades
Consumo
Combustible Gasolina
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) 15,5 / 7,2 / 10,3
Emisiones CO2 (gr/km) 246
Consumo durante test (l/100km) 11,1
Características
Aceleración 0-100 km/h (s) 5,3
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª
Capacidad depósito (l) 70
Velocidad máxima 250
Precio (sin extras)
Euros 80.600 euros
Equipamiento extra Suspensión deportiva (500 euros) + Head Up Display (1.600 euros) + Acceso sin llave (1.200 euros) + Retrovisores plegables eléctricamente (600 euros) + Navegación Business (1.900 euros)
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En cuanto al consumo, a nadie debe sorprenderle que el 550i baje de los 20 litros en una conducción deportiva. Sin embargo, también sabe hacer lo contrario en autovía y puede dejar medias de 8 o 9 litros circulando dentro de los límites de velocidad. No es la eficiencia pura y dura, pero menos consumo con estas prestaciones es directamente imposible.

Comportamiento

Además del motor, las cosas que mejor definen a este coche son el cambio automático (175 euros más), la suspensión deportiva (otros 550 euros) y la dirección activa (de serie). Las tres creemos que son necesarias en este coche. Primero porque el cambio automático es rápido, se controla con levas en el volante y puede consumir menos en algunos casos que la versión manual. Segundo porque la suspensión deportiva es más precisa y transmite más información a las manos del conductor sin comprometer el confort de los pasajeros. Y tercero, porque la dirección activa es necesaria para manejar un coche de estas características sin esfuerzo alguno.

El 550i es en general un coche fácil de conducir porque no es necesario conocer el margen adecuado para ganar potencia. Como hemos dicho, en casi cualquier régimen de vueltas puede ganar velocidad en muy poco espacio y, además, el paso por curva no requiere una especial pericia por parte del piloto pese a ser un tracción trasera. Gracias además a las estabilizadoras activas, el paso por curva rápida apenas se nota en el costado del conductor porque el viraje es totalmente plano (no es de esos coches en los que sientes como te vas pegando al lateral del asiento). Por último, la frenada de este coche es realmente imponente, además de por los grandes discos de freno, por las características del control de estabilidad. Entre otras cosas tiene una función de secado de los discos en condiciones húmedas o compensación de la pérdida de efectividad por calor. Realmente perfectos.

Sobre el control de estabilidad hay que decir que el ajuste es el típico de BMW, es decir, permite un pequeño sobreviraje que siempre controla antes de que las ruedas traseras deslicen más de la cuenta y obliguen a dejar “clavado” el coche.  

Interior

Ya que el motivo principal de compra para un cliente del 550i es su motor, las plazas traseras o el maletero podrían quedar en un segundo plano. Aun así, la serie 5 de BMW ofrece una comodidad alta para dos personas en la parte trasera, por el espacio disponible hasta el techo y por la distancia que hay para las piernas. Además, la parte trasera tiene un control independiente de la climatización y huecos más que suficientes para dejar cosas. El maletero, que ofrece un volumen de 520 litros, es lo normal en coches de este tamaño. Un Mercedes Clase E o un Audi A6 ofrecen un poco más de espacio que la serie 5 de BMW.  

En combinación con este motor se ofrecen unos buenos asientos para el conductor con ajuste eléctrico. Son cómodos y recogen muy bien independientemente de la constitución del conductor. Se pueden mejorar más todavía con un ajuste lumbar (443 euros), con calefacción (457 euros) o directamente por unos deportivos (716 euros).

Sobre la ergonomía y la disposición de los elementos, nada cambia con respecto a otras versiones. Todo está orientado hacia el conductor y es muy accesible, pero nos gustaría ver algún elemento diferenciador que haga valer el desembolso de tanto dinero. Lo más notable es el cambio que sufrió el iDrive, mejorado ahora con 8 botones de acceso rápido que sigue sin gustar a todo el mundo, ya que no es excesivamente intuitivo y requiere demasiados movimientos para realizar una operación en la navegación o en el sistema de audio.   

Equipamiento

Tan abundante y fino como su motor es el equipamiento que se incluye en esta versión y que figura como opcional en otros modelos de la gama. Es el caso de la precisa dirección activa, los faros de xenón, la iluminación activa en curva o los ajustes eléctricos para el asiento de cuero del conductor. ¿Y opcionalmente?. Pues hay mucho, pero es caro. Como ejemplo, el cómodo y seguro Head Up Display  cuesta 1.600 euros, unas llantas a nuestro gusto no bajarán de los 1.500 y el sistema de sonido de diez altavoces con navegación Business sumarán otros 4.500 euros más.

Resumen

Bmw ofrece con el 550i un coche espectacular y a la vez discreto, un deportivo “camuflado” que puede salir airoso de casi cualquier prueba a la que se vea sometido. Ofrece confort, un acabado de lujo y prestaciones exageradas sin tener que llamar la atención en el garaje o al pararte en el semáforo. El bolsillo es el que al final decide pero, pensándolo mejor, su precio no es tan elevado si calculas lo que cuesta cada caballo de potencia y lo comparas con cualquier otro coche.

¿Preparado para lo siguiente?

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