Saltar al contenido principal
En estos momentos, los servicios que ofrece AutoScout24 están limitados por trabajos de mantenimiento. Esto afecta a algunas funciones, como el contacto con los vendedores, el inicio de sesión o la gestión de los vehículos para la venta.

Prueba: Dodge Caliber SXT 2.0 CRD – ¿Una oferta irresistible?

Dodge, la marca estadounidense con el ariete en su escudo, marcha viento en popa y a toda vela hacia Europa. El modelo de lanzamiento es el Caliber y con él la marca de DaimlerChrysler pretende abrirse paso en el segmento del Golf.

Y lo quiere hacer a través del precio: el modelo básico va a costar menos de 15.000 euros. Nuestro vehículo de prueba, el modelo estrella con un motor turbodiesel de 2,0 litros, no llega a los 20.000 euros.

El Caliber, con su imponente, diseño, es la versión maxi de un vehículo compacto: equipado de forma parecida y con el mismo motor que el Volkswagen Golf, ya que Dodge compra este motor 2.0 TDI a la marca alemana. Comparando precios nos encontramos que el gran Golf cuesta casi 5.000 euros más.

En su versión SXT, el Caliber lleva a bordo prácticamente todo lo que uno necesita. Además de las características de seguridad obligatorias como el ESP, airbags por todo el vehículo y faros antiniebla, se incluyen también componentes destinados a la comodidad como el asiento del conductor ajustable en altura, elevalunas eléctricos delante y detrás, ordenador de a bordo, radio con CD, regulador de la velocidad, llantas de aluminio de 17 pulgadas y retrovisores eléctricos ajustables y calefactables. Es importante advertir que el filtro de partículos es opcional, con un precio de 750 euros.

Nuestro recomendación: añadir equipamiento adicional

Quien además añada unos 2.000 euros por el paquete Luxury podrá disfrutar de un cambiador de 6 CD, un volante de cuero multifuncional, un equipamiento parcial de cuero y diversas superficies de aluminio en el habitáculo. Incorporar estas dos últimas opciones consigue un plus de calidad en un habitáculo que en su versión de serie utiliza de forma extensiva el plástico.

Por otro lado, en cuestiones de ergonomía y utilidad práctica no se le puede poner ninguna pega al organizado interior. Una gran variedad de huecos y compartimentos permite guardar todo tipo de objetos, tanto pequeños como de mayor tamaño. Como curiosidad nos encontramos con una guantera de fondo modulado que permite guardar varias botellas sin que golpeen unas contra otras al tomar la primera curva.

Soluciones fáciles

Sumamente sencillo, aunque efectivo, es el mecanismo de plegado de los asientos traseros. Simplemente tirando de las cintas se inclina el respaldo (divisible) hacia delante para dar paso a un espacio de carga plano. El maletero, que normalmente posee una capacidad de 524 litros, puede alcanzar así hasta los 1.339 litros.

El vehículo ofrece un cómodo espacio para los pasajeros, aunque más limitado en las plazas posteriores. El conductor y el copiloto ocupan posiciones privilegiadas y ninguno invade el espacio del otro. Sin embargo, llama la atención la falta de regulación de profundidad en el volante y los asientos excesivamente blandos, que apenas ofrecen estabilidad lateral. Los pasajeros de los asientos traseros disponen de suficiente espacio para las rodillas y la cabeza. Sin embargo, el espacio para apoyar los muslos es demasiado pequeño. Y el respaldo no ofrece ningún tipo de estabilidad lateral.

Se ha optado por la comodidad

Sin lugar a duda, el precio a pagar por el aporte de comodidad del chasis es un aumento de la inestabilidad y del cabeceo de la carrocería. Además, la suave dirección es extremadamente indirecta y está claramente influida por el sistema motriz. Los amantes de lo deportivo deberían, en cualquier caso, esperar al anunciado SRT4 o, aunque pueda sonar paradójico, hacerse con su compañero de fatigas, algo más rígido, el Jeep Compass.

El turbodiésel de cuatro cilindros y 2,0 litros le sienta bien al Caliber. Las típicas debilidades del TDI, como la dureza de la marcha y el destacado retardo de arranque, se ven más que compensadas con su destacada prestancia y el bajo consumo de gasolina. De ser necesario, el Caliber puede pasar de 0 a 100 km/h en poco más de nueve segundos, alcanzando una velocidad máxima de casi 200 km/h. Durante las pruebas, nuestro Caliber se conformó con siete litros en 100 kilómetros. Nuestro más sincero elogio también para el cambio de 6 marchas de serie, que permite un manejo exacto y suave.

En resumen

El poco convencional Caliber no está hecho para aburridos. Aunque tampoco para conductores ambiciosos, ya que todo en este vehículo compacto ha sido diseñado de forma consecuente para prestar la máxima comodidad, lo que resulta totalmente refrescante en estos tiempos de reinante fiebre deportiva. El Dodge es, además, una alternativa al Volkswagen Golf con su precio significativamente más bajo a cambio de unas pocas concesiones en el interior, que no afectan al sistema motriz.

¿Preparado para lo siguiente?

Compartir el artículo

WhatsAppEmailFacebookCopiar link