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Prueba: Mazda 2 1.5 103 cv – ¿Qué queda del monovolumen?

Nos hemos subido a la versión más potente del nuevo compacto de Mazda y una vez más confirmamos las sensaciones obtenidas en la presentación.

Es una de las mejores relaciones calidad-precio de los últimos meses y tiene pocos defectos que le impidan hacerse un hueco en los primeros puestos del mercado. El Mazda 2 es así: ágil, ahorrador y muy cómodo por dentro.   Y nada tiene que ver con su antecesor. El motor 1.5 es el más alto que puede montar la nueva generación de este compacto que ha dejado atrás la rígida estética familiar de un solo volumen. De momento no hay versiones diésel aunque Mazda pondrá a la venta un 1.4 CRTD a partir del año que viene. Como decimos, la prueba la hemos hecho sobre la potencia máxima y el equipamiento más completo. El Mazda 1.5 Sportive tiene un precio de 15.990 euros.   

El nuevo Mazda 2 mide 3,88 metros de largo y casi 1,70 de ancho. Tiene una resistencia aerodinámica bastante baja para su segmento (0,31 cx) y pesa 100 kilos menos que  su predecesor gracias a la política de reducción de peso que ha seguido Mazda en las nuevas generaciones (tanto en este modelo como en el nuevo Mazda 6). El material que se ha utilizado para mantener la rigidez a la vez que se reduce el peso es el acero de alta resistencia.

Habitabilidad casi perfecta

El puesto de conducción es muy cómodo en casi todos los sentidos. Puede contentar a los que disfrutan con un puesto de conducción bajo pero tiene la pega de que el volante no tiene ajuste en profundidad. El asiento es cómodo porque los brazos de la banqueta no sobresalen en exceso, ya que el agarre proviene en mayor medida del respaldo.

Desde el volante podemos controlar los ajustes de audio y la información del ordenador de a bordo. La caja de cambios está situada en el salpicadero está 4 cm más elevada que en el modelo anterior, en una posición elevada que recuerda al cambio del monovolumen Mazda 5. Es muy cómoda porque la palanca es corta, queda muy cerca del brazo derecho y muestra muy poca resistencia de engranajes.

Ninguna versión lleva sexta velocidad, salvo que Mazda decida incluirla en la futura variante diesel. En nuestra opinión, no es necesaria en los gasolina porque encarecería sin mucho sentido el precio del conjunto. Con esta transmisión, esta versión es capaz de alcanzar una velocidad de crucero alta sin consumir en exceso y sin apenas vibraciones. En un recorrido mixto de ciudad y carretera hemos registrado un consumo de 6,5 litros.

La visibilidad al volante es muy buena porque los retrovisores son grandes en proporción al tamaño del coche. Además, el cristal del portón trasero queda bastante bajo y tercera la luz de freno va incorporada en la carrocería.

No se echará en falta espacio en el Mazda 2 si se tiene una estatura media (entre 1,65 y 1,85). Una persona de 1,90 puede conducir sin problemas pero puede reducir al mínimo la plaza inmediatamente trasera. En la parte posterior hay tres plazas reales y ningún problema de altura con respecto al techo. El maletero tiene una capacidad de carga de 250 litros. Si esta cifra se compara con el resto de modelos de su segmento y tamaño, el Mazda sale perdiendo.

Las banquetas de la fila posterior no tienen ajuste longitudinal, aunque pueden abatirse de forma 60/40. Los respaldos de los asientos delanteros no llevan bolsillos.

La versión Sportive cuenta con entrada de audio auxiliar para conectar un dispositivo Mp3. No aparece la información en la pantalla ni puede gestionarse la reproducción con los mandos, pero es cómoda porque al lado de la conexión se puede colocar el dispositivo sin riesgo de caerse. No tiene reposabrazos central pero sí un compartimento bastante amplio para colocar cd´s, llaves y algún documento.

La consola central es típica de Mazda, con una pantalla redondeada de pequeño tamaño en el centro y tres mandos giratorios para gestionar la climatización del coche. El panel de instrumentación es muy básico y se compone de cuentarrevoluciones, indicador de velocidad y el ordenador de a bordo. No hay indicador de temperatura del motor y cualquier tipo de aviso se emite a través de un piloto bajo el marcador de velocidad.

Impecable en circuitos urbanos

Las sensaciones al volante son muy propias de un vehículo urbano. La dirección es muy blanda y, aunque en carretera la notaremos demasiado asistida, la ventaja al maniobrar hará de esto  una ventaja en lugar de un inconveniente. La suspensión de esta versión Sportive está endurecida con respecto a las versiones Active y Active + y da bastante más personalidad al tacto del coche, si bien no es para nada necesario un comportamiento  sport en un coche de estas características.

En ciudad, lo mejor sin duda es el diámetro de giro (de 9,8 metros) que hace que este compacto sea uno de los más fáciles para aparcar que hemos probado.

La mecánica de este motor (fabricado en Japón) está basada en cuatro cilindros con doble árbol de levas y sistema de sincronización de válvulas S-VT.

Comparado con las versiones inferiores, los que compren este motor 1.5 de 103 cv notarán mayor suavidad (y en consecuencia mayor comodidad)  en ciudad. Además, el ruido del motor es más contenido y uniforme.   

El Mazda 2 puede alcanzar casi los 190 km/h de velocidad. Por lo general, el coche se mantiene estable en carretera hasta los 150 km/h a un nivel de vueltas prudente para los motores Mazda (4.500 vueltas). A partir de ahí comienzan las vibraciones y se pierde precisión en la dirección.

Todas las versiones pueden llevar llantas de 16” como opción y, a partir del equipamiento Active+, el control de estabilidad es de serie. La diferencia de la versión Sportive con respecto a la Active + es que la primera cuenta con paragolpes deportivos, faldones laterales y spoiler trasero que realzan la estética del coche.

El nuevo Mazda 2 fue presentado por primera vez en el de Ginebra 2007. Es el primer modelo basado en la “estrategia del gramo” de Mazda con la que, gracias a sus 100 kg menos, se consigue refinar las prestaciones y reducir el consumo sin afectar a la seguridad ni al comportamiento.  Todas las unidades se producen en la fábrica japonesa de Hiroshima.

¿Preparado para lo siguiente?

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