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Prueba: Skoda Superb Combi Greenline – Una cura de humildad

Los amantes de las marcas de lujo se darían una buena cura de humildad al subirse dentro de este familiar y comparar la cantidad de espacio que se puede llegar a ofrecer sin asumir una cantidad ingente de euros.

La versión Combi del Superb, introducida por fin en su última generación, ha supuesto una auténtica revolución para las familias que demandan espacio por encima de todo. No hay alternativas en el mercado con un espacio similar a un precio tan asequible, ni tampoco una alternativa de casi cinco metros con un motor diesel tan pequeño y ahorrador. Esta versión Greenline, con tan sólo 105 cv, está disponible desde 21.350 euros.   Si buscamos una berlina en el mercado con mayor amplitud en las plazas traseras que el Superb, y a un precio parecido, el resultado es cero. Absolutamente cero. El salto económico que hay que dar para obtener unas plazas traseras tan amplias asusta y, por tanto, se puede decir que el Superb no tiene ninguna berlina a su altura. Sólo algunas limusinas y coches de representación con batalla extendida, como el Lexus LS 600 o el Mercedes-Benz Clase S, podrían plantearle cara a cambio de un precio nunca inferior a los 90.000 euros.

Espacio sin límites

Estamos por tanto ante un familiar especialmente interesante para aquellos que por su tamaño necesiten un espacio realmente amplio en las plazas traseras. Por ejemplo, una persona de estatura media podrá cruzar las piernas cómodamente, estirarlas por completo sin apenas introducirlas por debajo del asiento delantero e incluso sentarse en el suelo si su flexibilidad lo permite. Gracias al increíble espacio ofrecido, una persona de dos metros de altura podría sentirse en el Superb como alguien de 1,75 a bordo de cualquier berlina media. Eso sí, tanto su cabeza como sus hombros notarán rápidamente que ni la anchura ni la altura libre al techo han crecido en consecuencia.

En cuanto a la calidad del habitáculo, sería injusto dejarnos llevar por los prejuicios y poner demasiadas pegas. El plástico es el principal protagonista y el aspecto general no se aleja de otros Skoda pero, sin embargo, no hemos encontrado ningún material defectuoso, superficie cortante, con mal aspecto o mal ajustado. Más bien hemos de resaltar la facilidad para conseguir una buena postura de conducción (baja y cómoda pero sin perder visibilidad). El volante se regula en altura y profundidad de serie y la visibilidad es excepcional desde todos los puntos de vista gracias a unos retrovisores de gran tamaño y un espejo interior que deja muy buena percepción del interior del habitáculo para el conductor. Con estas dimensiones, es algo a tener en cuenta.

El maletero por excelencia

Si amplio es el espacio para las piernas en el habitáculo, la capacidad bajo el portón trasero no se queda atrás. El Superb Combi ofrece de inicio un asombroso volumen de 633 litros, lo que supone 38 litros más que la berlina y otros 30 más que un Volkswagen Passat Variant, si bien éste último no puede ofrecer la cantidad de espacio en el interior del habitáculo.  La maniobra para abatir los asientos, aunque es sencilla y amplía la cifra hasta unos impresionantes 1.600 litros, no logra dejar los respaldos en una posición totalmente plana. Es el único detalle a mejorar.

Además de por la cantidad, el espacio dedicado al transporte también es de mucha calidad, y se notará si se va a utilizar con frecuencia. Por ejemplo, gracias a la carrocería rebajada de la versión Greenline la boca de carga queda muy cerca del suelo (menos de 60 cm) y facilita la introducción de objetos simplemente empujándolos hacia el interior, donde encontraremos ganchos, sujeciones e incluso una luz auxiliar. Por apenas 250 euros, el cliente podrá completar su maletero con una bandeja que cubre el maletero y que se retrae de forma eléctrica al abrir el portón y un sistema de raíles para organizar y asegurar objetos pesados.

Greenline, un conjunto de medidas eficientes

Las últimas incorporaciones de Skoda a la gama Greenline han corrido a cargo del Yeti y del Superb Combi, modelos que por diferentes razones estratégicas quedaron reservados para el final. En estos, el paquete de medidas eficientes es prácticamente similar al del resto de la gama, empezando por la inclusión de un motor muy básico pero ahorrador (1.6 TDI CR de 105 cv que también lleva el Octavia), un par de soluciones a nivel de aerodinámica como la carrocería rebajada o los pasos de rueda que canalizan mejor el flujo de aire, y otras mejoras a nivel técnico, como la introducción de un agradable Start&Stop, neumáticos de baja resistencia y recomendación para el cambio de marchas en la instrumentación.

Todo esto se agradece más aún al echar cuentas y descubrir que el ahorro que se producirá cada cien kilómetros (de 5,2 pasa a 4,4) compensará rápidamente el dinero extra a pagar por este paquete. Para ser exactos, Skoda pide 650 euros por la estampa Greenline en el Superb.

En el lado negativo, hay algunas limitaciones importantes a la hora de optar por este sello “ecológico”. Las encontramos principalmente en cuestiones de carga y remolque, ya que ningún Greenline puede equiparse con el dispositivo de remolque (el motor tampoco podría arrastrar mucha más carga) o con llantas superiores a 17” por cuestiones de ahorro en el peso total.  A nivel de equipamiento, sin embargo, no hay prácticamente restricciones y pueden seguirse equipando equipamientos como el accionamiento eléctrico del portón (400 euros), el Park Assist (860 euros) o la calefacción en todos los asientos (465 euros).

Demasiado sencillo, pero efectivo

Dadas las dimensiones del Superb Combi parece más lógico decantarse por motores diesel para asegurarnos elasticidad y una respuesta más efectiva en la parte baja del cuentavueltas. Skoda cuenta por ello con las dos motorizaciones clásicas del grupo, el 2.0 TDI de 140 y 170 cv (ambos por fin con inyección por common-rail) a las que ha añadido además el pequeño propulsor 1.6 TDI CR de 105 cv utilizado en el Yeti, en el Fabia y en el Octavia. Para impulsar un poco sus ventas, Skoda sólo aplica las modificaciones Greenline en este motor.

Pero, ¿es suficiente un humilde bloque de 105 cv con cinco marchas para mover con soltura un vehículo de casi 5 metros de longitud?. La respuesta es que depende. Lo cierto es que el comportamiento de este propulsor es muy satisfactorio si no se pretenden utilizar las cualidades de espacio que ofrece, es decir, si no se va a viajar a plena carga de manera frecuente. Puede parecer contradictorio, pero es así. Con cinco adultos en el interior y el inmenso maletero cargado hasta los topes, los 250 Nm entregados entre las 1.500 y 2.500 vueltas dejan unas recuperaciones demasiado lentas, constantes cambios de marchas y esa falta de inmediatez en el acelerador que a veces resulta frustrante para el conductor. Así, da la sensación de que Skoda ha intentado llevar al límite las capacidades de este motor, que sin embargo en carrocerías menores como la del Fabia dejan un comportamiento excelente.

Datos técnicos
Marca y modelo Skoda Superb Combi
Versión 1.6 TDI CR 105 cv Greenline
Especificaciones
Longitud/anchura/altura (mm) 4838 / 1817 / 1469
Distancia entre ejes  (mm) 2.761
Diámetro de giro (m)
Peso (kg) 1.546
Volumen del maletero (l) 663 / 1600
Neumáticos de serie 205/55 R16
Motor
Cilindrada (cc) 1598 / 4 en línea
Potencia (cv) 105 a 4.400 rpm
Par máximo (Nm/rpm) 250 / 1.500-2.500
Tracción Delantera
Transmisión Manual, 5 velocidades
Consumo
Combustible Gasóleo
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) 5,4 / 3,8 / 4,4
Emisiones CO2 (gr/km) 114 Euro V
Consumo durante test (l/100km) 4,6
Características
Aceleración 0-100 km/h (s) 12,6
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª N.D
Capacidad depósito (l) 60
Velocidad máxima 190
Precio (sin extras ni descuentos)
Euros 21.350
Equipamientos extras disponibles Faros bixenón adaptativos (1.300 euros) + Maletero con raíles de separación (190 euros) + Bandeja eléctrica en maletero (55 euros) + Portón eléctrico (405 euros) + Navegación Columbus (1.760 euros)
Más datosMenos datos

La cosa cambia mucho circulando a media carga y, con sólo dos adultos (unos 200 kilos menos), todo se convierte en suavidad. En estas condiciones, el Superb Greenline puede mostrarse como un gran devorador de kilómetros debido a su buen confort acústico (a velocidad máxima legal el sonido del motor no se cuela apenas en el habitáculo), a su agradecido aprovechamiento de las inercias y a la comodidad de la suspensión. Además, el consumo que obtendremos respetará bastante el prometido por la marca, 4,4 litros. Nuestra prueba, que se realizó combinando diferentes cargas y número de ocupantes en el habitáculo, dejó una cifra de consumo de 4,6 litros tras un recorrido realizado íntegramente en autovía. Es sin duda el mejor dato en el conjunto de sus prestaciones, donde la aceleración (12,6 segundos) o la velocidad máxima (190 km/h) no conseguirán poner los pelos de punta a nadie. En cualquier caso, tampoco representa su cometido principal.

A buen precio

Decantarnos por la opción familiar del Superb no supone un gran desembolso con respecto a la berlina. A cambio de los 500 euros que la marca pide por el portón trasero, el cliente recibirá 40 litros más en el maletero y la posibilidad de transportar objetos muy largos con toda comodidad. Así, el precio con el descuento actual de este Combi es de tan sólo 21.350 euros, lo que le sitúa como el líder indiscutible entre relación entre espacio, calidad y precio de todo el mercado.

Ni  la dotación de serie puede considerarse escasa ni tampoco los extras pueden calificarse de caros. En la versión de acceso Comfort ya se incluyen elementos como el Tempomat, el volante multifunción, Climatronic de dos zonas y equipo de audio con 8 altavoces.  A esto podremos añadir, por poco dinero, otros extras importantes como el asistente de arranque en pendientes (125 euros), ajustes eléctricos con memoria para el conductor y retrovisores abatibles (600 euros), sensor acústico trasero (330 euros) o los faros antiniebla con función Cornering Light (110 euros).

La lista de extras no acabará aquí, pero tampoco es tan completa ni mucho menos tan avanzada como la de un Volkswagen Passat. Si disponemos de 3.000 euros más para gastar en equipamiento,  son recomendables los faros bi-xenón adaptativos (1.350 euros) y el completo navegador con pantalla de 6,5” y disco duro de 30 Gb (1.760 euros).

Resumen

Si se busca el máximo espacio al mínimo precio, el Superb Combi es la elección perfecta y puede presumir de ofrecer incluso más que otras berlinas de altos vuelos. Ahora, además, el cliente puede unir por muy poco dinero extra las virtudes de una sencilla motorización junto a unas medidas ecológicas que a la larga compensarán en el ahorro de gasoil. El 1.6 TDI de 105 cv no es el motor que mejor encaja en el Superb, pero sí es el más económico por precio (2.000 euros menos que el 140 cv) y por consumo (1,1 litros menos). Si no se va a utilizar como mula de carga es una opción muy recomendable y que, además, está exenta de pagar el impuesto de matriculación.

¿Preparado para lo siguiente?

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