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Prueba: Skoda Superb Combi – La guinda al pastel

Por primera vez, Skoda ofrece una variante con carrocería familiar del Superb que suma, a todas las sobresalientes virtudes de esta excepcional “limusina”, un maletero aún más grande y un sinfín de soluciones prácticas para facilitar la carga.

No hay absolutamente nada en el mercado que ofrezca algo similar por tan poco dinero… No crean que estoy exagerando. Si mi caso fuera el de un comprador que buscara una berlina tipo familiar, segura, amplia, que sabe comportarse muy bien en el asfalto, con una habitabilidad fuera de serie y un maletero enorme con infinidad de posibilidades, iría de cabeza a por este vehículo. Y es que, a partir de tan sólo 23.780 €, podemos hacernos con un Superb Combi. Vale, de acuerdo con que es la versión básica y la menos equipada pero, les aseguro que con un presupuesto que ronde los 32.000 € como máximo, podemos comprar este automóvil con una motorización y un equipamiento de categoría, al que no le faltaría prácticamente de nada.

De 1ª división

En teoría, el Superb Combi compite contra modelos como un Renault Laguna Grand Tour, un Seat Exeo ST, un Insignia Sports Tourer, un Citroën C5 Tourer, un Ford Mondeo Sportbreak, un Mazda 6 Wagon, un VW Passat Variant o un Subaru Legacy SW, por citar algunos. Unos son algo más baratos y otros algo más caros y todos tienen sus pros y sus contras. Sin embargo, ninguno puede competir contra el Superb en lo referido al espacio en las plazas traseras y el maletero, algo que, independientemente de la marca que luzca sobre el capó (que aún sigue influyendo en demasía en la gran mayoría de compradores “poco entendidos”), es lo que de verdad busca el cliente de este tipo de vehículos al fin y al cabo.

Para encontrar algo ligeramente superior en un coche de estas dimensiones en cuanto a capacidad de carga tan sólo podríamos hablar de, se dice pronto, un Mercedes Clase E Estate. Y, si lo que buscamos es una habitabilidad parecida, tendríamos que irnos nada más y nada menos a peces gordos del tipo BMW Serie 7 o Mercedes Clase S, de dimensiones mucho mayores y que prácticamente triplican sin despeinarse el precio del Superb (aunque claro está, obviamente tienen muchísimas otras virtudes inalcanzables para éste).

Sólo entre 500 y 800 € más caro…

Respecto al Superb berlina, el precio a pagar por contar con la carrocería familiar oscila tan sólo entre 500 y 800 € más, según los niveles de equipamiento que seleccionemos (hablaremos de ellos más adelante). Esto supone un pequeño esfuerzo extra que a la postre nos proporciona grandes satisfacciones en términos de practicidad y espacio de carga.

Por el contrario, el único pero que encontramos radica cómo no, en la imagen del vehículo, un sambenito que ha acompañado siempre a los automóviles con este tipo de carrocerías. En cualquier caso, hoy día la fea apariencia de los antiguos familiares, que no eran más que berlinas con un “pegote” de maletero a cuestas, ha evolucionado a mejor de forma notable, con ejercicios de estilo y nuevos diseños destinados a tal efecto, muchísimo más agradables a la vista. Algo que se puede apreciar en el Superb Combi, con una imagen que podrá gustar más o menos pero que no desentona en absoluto. En general, los cambios más notables respecto a su “hermano” berlina los encontramos en una línea de techo bastante más pronunciada hacia la parte trasera y cómo no, en el nuevo diseño de la zaga, que ahora presenta un portón y unos grupos ópticos combinados específicamente diseñados para este modelo. Aunque parezca mentira, sus dimensiones exteriores, exceptuando la altura, permanecen intactas.

Un gran salto en calidad

Respecto a la 1ª generación del Superb, en esta, la 2ª (donde recordemos es la primera vez que aparece una versión familiar) se ha producido un enorme avance en lo que a la estética interior se refiere. Sin abandonar esa sobriedad característica que puede resultar aburrida, la calidad percibida se corrobora con el tacto agradable de los materiales empleados, el uso de plásticos acolchados y la ergonomía del conjunto. La sensación general es de un ensamblaje cuidado, con una gran calidad de terminación. Sin duda, una atmósfera que nada tiene que envidiar por ejemplo a todo un WV Passat, muy cercana a la de los llamados vehículos Premium.

Es más, según el equipamiento que elijamos, hay diversas zonas en las que se emplean inserciones de madera, cuero o metal, que lo acercan aún más a las “altas esferas”. Se nota cierto esmero en cuidar algunos detalles, ya que encontramos multitud de luces de cortesía, superficies antideslizantes en la mayoría de los huecos portaobjetos  existentes (muy numerosos, por cierto) y hasta unos reposapiés para los ocupantes de las plazas traseras.

El puesto de conducción no busca responder a una configuración deportiva pese a que los asientos, que destacan por su comodidad y su capacidad de sujeción, se encuentran en una posición relativamente baja respecto al suelo. Esto provoca que no veamos dónde acaba el morro del vehículo, una situación a la que deberemos acostumbrarnos si queremos ir correctamente sentados. Las plazas delanteras soy muy amplias; quizá lo único que podría reprochar algún sibarita es un poco más de anchura. Lo mismo sucede con las traseras en este aspecto, pero el resto de sus virtudes eclipsan por completo esta pequeña pesquisa.

Como decíamos, no hay ningún otro coche de su tamaño donde una persona de más de 1’90 pueda viajar con tanto espacio. Incluso con las banquetas delanteras totalmente desplazadas hacia atrás, los ocupantes de plazas posteriores no tocan con las rodillas los respaldos. Hay sitio de sobra para las piernas (las personas de baja estatura pueden llevarlas hasta estiradas) y la sensación de amplitud que se percibe sólo está a la altura de unos cuantos vehículos que se pueden contar con los dedos de la mano. Un compañero de nuestra edición alemana comentaba incluso que “justo detrás de los asientos delanteros uno podría sentarse hasta en el suelo” y llegaba a compararlo con un Rolls-Royce Phantom. Dos únicos peros; la plaza central es muy incómoda comparada con las otras dos y la pantalla que muestra la hora y la temperatura exterior engaña, ya que todo el mundo piensa en un primer momento que también sirve para ajustar el climatizador (que sería lo suyo).

A la carga

Cómo no, la parte más atractiva de este vehículo reside en su maletero. Su capacidad de carga y las múltiples opciones de configuración que permite, lo llevan a convertirse en un auténtico “paraíso del transporte”. Encontramos la mayoría de cosas que nos podamos imaginar, aunque casi siempre a cambio de un pequeño desembolso extra. Por ejemplo,  podemos contar con un maletero de doble fondo con raíles de aluminio y sistema de fijación (entre 190 y 380 € en función del equipamiento y la motorización) o un programa de redes para fijar la carga (entre 70 y 75 €),

En definitiva, gracias a sus barras corredizas, cintas extensibles, anillas de amarre... podremos sujetar prácticamente cualquier bulto. Por su parte, unos pequeños ganchos situados en los laterales del maletero mantienen firmes maletas y bolsas y si indagamos un poco también encontramos otros tantos compartimentos adicionales. En el lateral izquierdo Skoda ha integrado una luz que, por un lado, ilumina el propio maletero y, por otro, se puede utilizar como una pequeña linterna porque es extraíble. Por último, si abatimos los asientos traseros la capacidad aumenta de 633 hasta los ¡1.865 litros!, aunque debemos decir que sólo queda una superficie de carga prácticamente plana si hemos elegido la opción de maletero con doble fondo. El broche de oro lo pone un sistema opcional de apertura y cierre eléctrico del portón, que cuesta entre 410 y 445 €.

Mecánica, consumo e impresiones en marcha

No decimos nada nuevo al afirmar que el abanico de motorizaciones disponibles en el Superb es amplísimo. Tan sólo dos recomendaciones, huyan del ya vetusto 1.9 TDI y también del 2.0 TDI de 140 CV, que en este caso aún sigue empleando el sistema de alimentación por bomba-inyector (el grupo VW está eliminando paulatinamente estos motores por completo). En la gama Superb diésel, por el momento sólo el 170 CV emplea conducto común, algo que no se entiende en demasía y que demuestra, de nuevo, el poco “tacto” que VW tiene en ocasiones con sus colegas (más...). Más tarde o más temprano llegarán el resto, por lo que merece la pena esperar o, si no van a realizar muchos kilómetros al año, decantarse por una versión de gasolina.

Eso es justo lo que nosotros hemos hecho ya que nuestro protagonista hacía gala de la conocida mecánica 1.8 TSI de 160 CV. Reconozco que he quedado gratamente sorprendido con el buen hacer de esta mecánica en el Superb, más aún combinada con el cambio DSG de 7 velocidades (levas en el volante incluidas) que llevaba nuestra unidad de pruebas (1710 € extra). Destaca sobre todo por su refinamiento, tiene una respuesta en bajos contundente, da la sensación de ser muy elástica y dentro del habitáculo parece que el coche gane velocidad con una facilidad asombrosa. Pese a su excelente respuesta, capaz de mover al Superb sobre todo tipo de terrenos con mucha más soltura de lo que se puede pensar en un principio, es un motor que posee unos consumos moderados.

Datos técnicos
Marca y modelo Skoda Superb Combi
Acabado Elegance (+ DSG)
Especificaciones
Longitud/anchura/altura (mm) 4.838 / 1.817 / 1.510
Distancia entre ejes (mm) 2.761
Diámetro de giro (m)
Peso (kg) 1.550
Volumen del maletero (l) 633 / 1.865
Neumáticos 225/45 R17
Motor
Cilindrada (cc) 1.798
Potencia (cv) 160
Par máximo (Nm/rpm) 250 / 1.500-4.200
Tracción Delantera
Transmisión Automática 7 velocidades
Consumo
Combustible Gasolina
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) 9,5 / 5,9 / 7,3
Emisiones CO2 (gr/km) 170
Consumo durante test (l/100km) 8
Características
Aceleración 0-100 km/h (s) 8,6
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª N.D.
Capacidad depósito (l) 60
Velocidad máxima 218
Precio (sin extras)
Euros 31.220
Equipamiento extra Tren de rodaje deportivo (230 €), maletero de doble fondo con raíles de aluminio y sistema de fijación (200 €), apertura y cierre eléctrico del portón (430 €), sistema de sonido 10 altavoces (405 €), sistema de navegación columbus (1405 €)
Más datosMenos datos

En un recorrido mixto de unos 150 kilómetros a un ritmo considerable, la media que marcó el ordenador de abordo rondaba siempre los 8,5 litros. En ciudad, es relativamente fácil superar los 10 litros; circulando por carreteras reviradas en marchas cortas y aprovechando al máximo la capacidad de aceleración del coche en una conducción tipo “deportiva”, los consumos se disparan por encima de los 14 litros; sin embargo, en vías rápidas a velocidad constante y ritmo sosegado estaremos en torno a los 6 a los 100 Km. de media tan sólo.

Las impresiones de conducción son muy parecidas a las de la berlina (más...); es un coche confortable, equilibrado, con una estabilidad sorprendente en el paso por curva pese a su tamaño y con una “calidad de rodadura”, en general, muy conseguida (eso sí a partir de 120 Km/h el ruido procedente del exterior se percibe con claridad). Nuestra unidad de pruebas incluía el tren de rodaje deportivo opcional (entre 220 € y 240 €), que a mi parecer contiene muy bien los movimientos de la carrocería (no he probado la suspensión de serie así que no tengo elementos de juicio para comparar) sin sacrificar en exceso el confort. El Superb tiene un buen tacto de conducción y causa una buenísima impresión con sólo estar unos cuantos minutos a sus mandos; es un vehículo seguro y que da confianza.

Del otro lado, hay que decir que no es un coche ágil y que resulta clarísimamente subvirador si forzamos el ritmo en exceso. Obviamente, hay que tener en cuenta las limitaciones propias de un vehículo de éstas característica (sin olvidar, además, las dificultades propias para maniobrar con él en la ciudad).

Equipamiento, precio y  resumen

Decantarse por un Superb o, en este caso, un Superb Combi en concreto, no es fácil, puesto que, entre motorizaciones, cajas de cambio y acabados, en total tenemos hasta 32 combinaciones posibles de base para elegir. La llegada de esta variante familiar trajo consigo mejoras en este sentido. Actualmente, encontramos 4 niveles de equipamiento posibles; Comfort, Ambition, Elegance y Exclusive (este último, añadido recientemente en toda la gama Superb).

El primero incluye de serie, entre otros muchos elementos, los ya cada vez más habituales sistemas de seguridad y ayudas electrónicas a la conducción (ESP incluyendo ABS + EBC + ASR + EDL + HBA), 6 airbags, ordenador de a bordo y el volante multifunción de cuatro radios -de tres radios con levas de cambio de marcha en el caso de las versiones con cambio DSG-. (Además, en los motores de entrada a la gama 1.9 TDI 105cv y 1.4 TSI 125 CV, se suma el hasta ahora paquete opcional COM, que incluye el control de velocidad Tempomat y el Climatronic bizonal). El nivel siguiente añade otras muchas cuestiones como las llantas de aleación, los faros Bi-Xenón con función de luces adaptativas o la función de alumbrado lateral (AFS) a los faros antiniebla delanteros.

Por su parte, la versión Elegance, la de nuestra unidad de pruebas, enriquece su dotación de serie añadiendo a todo lo anterior elementos como el sensor de presión de neumáticos, la decoración interior con acabados en madera o una elegante tapicería de piel, mientras que la terminación tope de gama añade las llantas de 18 pulgadas, el asistente de arranque en pendientes Autohold, el asistente automático de aparcamiento Park Assist, el techo solar eléctrico, el sistema Bluetooth y el sistema de sonido de 10 altavoces, entre otros.

Como si de un vehículo Premium se tratase la lista de equipamiento opcional tampoco se queda corta: elementos como el citado tren de rodaje deportivo, los accesorios para el maletero, diversos sistemas de navegación (entre 190 y 2.815 € como siempre, en función de la motorización y el equipamiento) o una cortinilla manual para los cristales laterales traseros (entre 160 y 170 €), son sólo una pequeñísima parte de todas las opciones disponibles.

El precio base del escalón de acceso a la gama Superb Combi arranca en 23.780 y corresponde a la motorización de gasolina 1.4 TSI de 125 CV con el acabado Confort (o del lado diésel con la misma terminación y precio, el 1.9 TDI de 105 que no interesa de ninguna manera). En el caso de nuestra unidad en concreto, el desembolso inicial que debemos realizar por ella es de 31.220 euros (1.8 TSI Elegance DSG 7V 160 CV) aunque es cierto que, con todo el equipamiento opcional que incorporaba, el precio final superaba con creces los 34.000 €. Puede parecer caro, pero nadie ofrece lo que este vehículo a cambio del mismo dinero.

Así pues, sin duda, el Superb Combi tiene todo o casi todo lo que un comprador busca en un vehículo familiar; seguridad, habitabilidad, un maletero enorme, buenas maneras en el asfalto, una amplísima oferta mecánica y grandes posibilidades de equipamiento. No hay porqué negar la evidencia; si está interesado en adquirir un coche de estas características y maneja un presupuesto de no mucho más de 30.000 €, este automóvil es, a día de hoy, la mejor opción posible.

¿Preparado para lo siguiente?

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