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Prueba: Volkswagen Tiguan Allspace – Al fondo hay sitio

Ponemos a prueba la versión más práctica y funcional de la gama Tiguan. Un modelo que no solo añade el apellido Allspace, sino también 21,5 cm a su carrocería, una fila trasera apta para niños y un maletero hasta de 1.760 litros. Nosotros lo hemos probado con el motor diésel más potente de todos.

Si quieres saber si dicha combinación es la ganadora, no dejes de leer ahora.   La voracidad de los SUV no tiene límites. No solo están consiguiendo desbancar en ventas al segmento más poderoso de todos, el de los compactos (de los Mégane, Golf, León…), sino que han conseguido devorar por completo el que hace unos años era especialmente representativo: el de los monovolúmenes. Hace unos meses os trajimos una comparativa peculiar entre el SEAT Ateca y el Renault Scénic, pero que mostraba a la perfección el latir del sector.

Un sector que ve, precisamente cómo esos vehículos modulares y familiares van desapareciendo como consecuencia de la irrupción de una nueva estirpe de todocaminos, que no solo ofrecen ese diseño robusto, poderoso y dominante, sino que son capaces de albergar un habitáculo amplio y espacioso.

Este es el caso del protagonista de estas líneas: el Volkswagen Tiguan Allspace. Un modelo que llega para unirse a la lucha que llevan años bregando nombres tan ilustres como el Mitsubishi Outlander, el KIA Sorento o el Nissan X-Trail. Batalla en la que han aparecido nuevos contendientes como el Skoda Kodiaq, el Peugeot 5008 o nuestro Tiguan y a la que más adelante se unirá el SEAT Tarraco.

Ficha Técnica Volkswagen Tiguan Allspace 2.0 BiTDI 240 CV DSG 4Motion Sport

Motor: Diésel, cuatro cilindros en línea, biturbo

Cilindrada: 1.968 cm3

Potencia: 240 CV a 4.000 rpm

Par: 500 Nm entre 1.750

Velocidad Máxima: 228 km/h

0-100 km/h: 6,7 seg.

Consumo (urbano/extraurb./mixto): 7,7 / 5,8 / 6,5 l/100 km

Emisiones CO2: 170 gr/km

Dimensiones: 4.701 / 1.839/ 1.674 milímetros

Maletero: 230-685-1.760 litros

Peso: 1.920 kg.

Cambio: Automática, de doble embrague, con siete velocidades

Depósito: 60 litros

Precio: 51.685 euros

Precio ud. probada: 56.190 euros

Todos ellos tienen  algo en común. Las siete plazas. Sí, las marcas son conscientes de que el nicho de mercado que copan este tipo de modelos es pequeño, pero todo sea por aumentar su gama con modelos atractivos y modulares, ¿no?

Entra de todo

En el caso particular de nuestro Tiguan Allspace (del que el nombre lo dice todo), su principal característica es, sin duda, la zona que va del pilar B hacia detrás. En concreto, frente a un Tiguan corto, el Allspace añade 21,5 centímetros a la longitud, llegando así a los 4,70 metros que cifra en su ficha técnica y que son casi los mismos que ofrece el Kodiaq actual y el futuro Tarraco, primos hermanos del alemán.

Este incremento frente al Tiguan normal tiene su lógica, pues 11 centímetros van a parar a la batalla, que aumenta hasta los 2,88 metros, y el resto (10,5 cm) a extender el voladizo trasero. De esta forma, una vez accedemos al habitáculo, lo primero que percibimos es amplitud.

Las plazas traseras ganan 6 cm más para las piernas, hasta los 76 cm con un conductor de 1,80 metros situado delante, mientras que ofrece la altura disponible, con 94 cm, es prácticamente la misma. En la práctica, esto se traduce en que un adulto de mi estatura, 1,79 metros tendrá espacio de sobra para colocarse ya que gozará aún de un hueco de 11 centímetros para las rodillas y de siete para la cabeza. En cambio, dado que la anchura del conjunto no ha variado, el Tiguan Allspace sigue siendo algo justo para albergar a tres adultos. Además, el que ocupe la plaza central tendrá una butaca y un respaldo duros.

El apartado de la modularidad comienza, primero, con la posibilidad de reclinar los respaldos traseros para así ir más cómodos y tener algo más de espacio para la cabeza; y segundo, con el desplazamiento longitudinal de la segunda fila. En concreto hablamos de 15 centímetros, que serán necesarios para que los ocupantes de la tercera fila puedan respirar algo más.

Sí, porque como decíamos, una de las características principales de este Tiguan Allspace son las dos plazas adicionales que se ocultan bajo el piso del maletero. No son especialmente grandes ya que un servidor no solo tocaba con la cabeza en el techo, sino que mis rodillas iban demasiado elevadas (casi a la altura del pecho). Además, es complicado meter los pies y si los ocupantes ‘delanteros’ van atrás del todo, apenas hay hueco para colocar las piernas. Para tener algo de aire, es necesario desplazar la segunda fila prácticamente hasta su zona más adelantada, pero entonces restaremos confort a dichos ocupantes.

Por tanto, tras estar un buen rato ahí metidos, la conclusión a la que uno llega es que dichas plazas son aptas para albergar dos niños o dos adolescentes que sean más bien menudos. Una circunstancia sorprendente que nos lleva a compararlo con el Kodiaq, ya que pese a ser prácticamente el mismo coche, la sensación de amplitud del checo era mucho mayor (habrá que ver cómo se comporta en estas lides el próximo SEAT Tarraco).

Para finalizar el apartado del espacio, no podíamos dejar de mencionar el maletero. Aquí sí este Tiguan Allspace hace honor a su nombre. Se mire por donde se mire, encontraremos amplitud. Las formas son cuadradas y muy aprovechables, incluso cuando todas las plazas están desplegadas. La boca de carga está algo elevada, pero gracias al amplio portón (de apertura eléctrica por cierto), es fácil meter nuestros bultos.

Dentro, hay un metro de anchura y 107 de longitud, que pueden ampliarse hasta los 168 cm cuando se abate la segunda fila. En total, el volumen que ofrece oscila entre los 230 litros con todos los asientos sacados, los 658 con cinco y los 1.760 con dos. Además, ofrece varias posibilidades de configuración ya que los respaldos pueden abatirse en una proporción 40/20/40.

Para ir tranquilo

Del puesto de conducción apenas vamos a comentar nada, pues este Tiguan Allspace es un calco del Tiguan corto. Destacar, como siempre, el sistema multimedia con pantalla de 9,2 pulgadas y función gestual o el Volkswagen Digital Cockpit de 12,3 pulgadas. Por lo demás, lo que la marca nos tiene acostumbrados, materiales de gran calidad, ajustes perfectos y una ergonomía excelente para sus dos ocupantes.

Por eso, sentados en sus amplias butacas, con certificación ErgoComfort, regulación eléctrica, calefacción y ventilación los viajes serán, sobre todo, placenteros. Porque este Tiguan Allspace invita a realizar kilómetros por carretera.

Sí, aquí aparece otra diferencia frente al Tiguan normal. El apellido Allspace repercute en una dinámica menos ágil que la de su hermano. No es que sea malo en tramos revirados, es que se le nota más tosco y torpón a la hora de enlazar curvas o de afrontar un vértice. Los 1.920 kilos de nuestra unidad también influyen, incluso pese a montar un selector de modos con un programa deportivo o el motor más potente, el 2.0 BiTDI de 240 CV.

Un bloque solvente, poderoso y que ya nos ha cautivado en otros modelos como el Arteon, pero que en este Tiguan Allspace quizá se torne como más necesario cuando vayamos a afrontar un viaje con toda la casa a cuestas. Tiene un par máximo de 500 Nm disponibles desde las 1.750 vueltas, aunque su régimen es algo corto, ya que a partir de las 3.000 vemos cómo empieza a faltarle fuelle.

Por suerte, la transmisión automática DSG de siete relaciones sabe gestionar a la perfección cada momento de nuestra conducción, rebajando una marcha cuando se vea con poco aire y dándonos así ese impulso que necesitamos. Eso sí, el consumo no será nuestro gran compañero de viaje, ya que durante la prueba, los 6,5 l/100 km que homologa quedaron un poco en el olvido para dar la bienvenida a un dato que se nos antoja más creíble, cercano a los 8,5 l/100 km.

¿Y por campo?

Ya sabéis que es una pregunta obligada ante todo SUV que pasa por nuestras manos. En este caso, la respuesta es mejor de la que esperábamos. Volkswagen sabe hacer coches camperos, no son radicales, pero sí dejan un buen sabor de boca. En el caso del Tiguan Allspace, la tracción 4Motion se sigue mostrando tan eficaz como siempre. Además, el selector de modos de conducción cuenta con dos programas destinados al off road, que varían la gestión del acelerador, el empuje del motor y el calibrado del ESP para ofrecer siempre la máxima motricidad. Del mismo modo, activa un control de descenso de pendientes muy útil y que funciona hasta los 30 km/h.

Para aquellos que quieran algo más de aventura, se oferta un paquete especial denominado Off Road que cuesta 1.795 € y que añade elementos estéticos distintivos como los paragolpes, las taloneras laterales o los bajos en negro, al tiempo que mejora los ángulos de ataque y salida para afrontar mejor los obstáculos fuera pista.  

¿Merece la pena?

Llegados a este punto, solo nos cabe preguntarnos si la compra del Tiguan Allspace merece la pena. Frente al Tiguan corto es, obviamente, más caro. En concreto hablamos de 3.800 € a igualdad de motor y acabado (el nuestro partía de los 51.685 €). Pero es que además, frente a su competencia el SUV de siete plazas alemán también ligeramente más costoso. Cierto es que pocos, por no decir casi ninguno, ofrecen un motor tan potente como el nuestro, pero si cogemos la referencia del Skoda Kodiaq y lo equiparamos a nuestro Tiguan Allspace, vemos que el protagonista de estas líneas cuesta 4.085 €.

Por suerte, la versión Sport asociada a esta unidad trae consigo un amplio equipamiento de serie, con elementos como el acceso y arranque sin llave, el portón con apertura y cierre eléctricos con función manos libres, faros Full LED adaptativos, llantas de aleación de 18 pulgadas, llantas de aleación de 18 pulgadas, climatizador bizona, asistente de frenada de emergencia en ciudad, cámara de visión trasera, navegador con pantalla táctil de 8 pulgadas, asistente de aparcamiento…

En definitiva, Volkswagen vuelve a conseguir llenar un hueco que muchos pueden considerar innecesario con un producto de calidad, bien terminado y con un espacio interior correcto.

¿Preparado para lo siguiente?

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