Este fue el último coche en recibir la bendición y aprobación del fundador de la marca Ferrari, el señor Enzo que falleció en 1988. La creación de este superdeportivo en 1987 le otorgó el título de coche de producción más veloz del planeta gracias a su relación peso y potencia.
Velocista de naturaleza
Con apenas 1088 Kg de peso, al F40 le acompañaba el motor V-8 de 2.9 litros con dos turbocompresores. Generaba 485 CV de potencia y lograba el 0-100 Km/h en menos de 4 segundos. Un coche de los años 80 con unas cifras del siglo XXI.
Superaba con facilidad al rival con el que le comparaban, el Porsche 959, ya que lograba alcanzar los 323 Km/h. Ostentó el récord de velocidad desde 1987 hasta 1989, cuando el Ruf CTR “El pájaro amarillo”, le arrebató la marca registrando la brutalidad de 340 Km/h.
La marca italiana se planteó fabricar tan sólo 400 modelos, pero la demanda superó las expectativas planteadas y finalmente la cifra se elevó hasta las 1.315 unidades producidas. Finalmente y tras tres años de inversiones (hasta 11 millones de dólares en desarrollo), el F40 fue puesto a la venta en Estados Unidos en 1990.
De unas manos a otras
Este coche que RM Shoteby´s ha subastado, ha pasado por numerosas manos durante estos 27 años. Utah recibió a su primer propietario y en 1995 pasó a las manos de David R. Belding en Las Vegas. Sin apenas 1.300 kilómetros en sus ruedas, este F40 fue vendido en 2004 a un cliente de Nueva Orleans quien sí dio un poco de vida a este velocista haciéndole más de 5.000 kilómetros. En 2012 lo vendió a un coleccionista canadiense que lo puso a punto para que tuviese el aspecto más impecable.
A fecha de hoy, este F40 ha sido vendido por 1.054.574 euros. Con apenas 13.000 kilómetros en su haber, esta pieza de coleccionista ha sido entregada al mejor postor. Un coche de época adelantado a su tiempo. Su récord de velocidad durante dos años y el honor de haber sido el último vehículo presenciado en vida por Enzo Ferrari, le convierten en una producción única que la marca italiana produjo por encima de sus expectativas.
